Te quiero, independientemente del frío, de la noche o de la hora. Sin importar la carga de trabajo o el dinero en mis bolsillos, la distancia entre nosotros. Te quiero en las mañanas solitarias y en las tardes de café; que pasarán a ser tardes solitarias. Sé que lucharemos aún cuando en el mundo hay muchas injusticias y sueños rotos, corazones rotos. Te quiero, sin importar la dirección del viento o la fuerza de la corriente, sin tomar en cuenta el sube y baja de los ascensores descensores, las horas pico en el Periférico. Más allá de la melancolía de las gárgolas de nuestra ciudad, de los parques en mal estado, de la juventud abandonada. Te quiero feliz triste loca silenciosa iracunda descuidada perfeccionista. Te quiero hoy y siempre.
notas de fondo:
Ximena Sariñana - Cambio de piel
