20/1/09

150109

¿Sabes? Creo que nunca te he dicho lo hermosa que eres; y, si te lo he dicho, ahora me doy cuenta aún más de ello. He descubierto que algo por dentro me haces sentir y no puedo explicarlo. He visto que los días pasan y lo que me sigue dando vida es la sonrisa en tu rostro que deseo volver a ver. Que quiero con toda mi alma que tus brazos me vuelvan a rodear, que quiero escucharte aunque hablemos simplemente del clima, aunque hablemos de comida o de tonterìas.

¿Sabes? Mi corazòn se encuentra en estado de espera porque no quiere más que estar con el tuyo. Volverá a latir con la misma intensidad hasta que estés cerca. Que mientras trata de mantenerse joven y vivo para no echarse a perder.

¿Sabes que te quiero?

¿Que estos días he dicho màs veces te extraño que nunca antes?

¿Que te extraño más que nunca?

¿Sabes? Lejos de ser un alma agonizante y vegetativa soy un enamorado durmiente.

¿Sabes? Estoy guardando para ti mis besos. Estoy guardando para ti mis caricias.

¿Sabes? No encuentro las palabras para agradecer la manera en que has cambiado mi vida, mis ideas, mis sentimientos y convicciones.

¿Sabes? Antes de ti, me costaba mucho creer en las personas.

¿Sabes? Antes de ti, me costaba mucho abrirme a las personas.

¿Sabes? Sigo siendo un amargado, pero ahora estoy en rehabilitación.

Pero, ¿sabes? Ya no soy tan viejo como solía ser. Ya no soy solitario. Aunque a veces lo sienta volver. Y mirar por la ventana ya no ofrece un espectàculo desolado. Ahora es un mundo que me espera.

¿Sabes? Tal vez no logre cosas muy grandes. Tal vez lo haga. Tal vez sólo sea un grano de arena en el desierto del tiempo. Pero para mi ese tiempo es muy valioso; porque quiero compartirlo contigo.

¿Sabes qué? Yo te quiero, y por eso he decidido darte mi corazón.

¿Sabes qué? No te rindas nunca, porque no sé dar palabras de aliento. No me hagas caso, ya es demasiada presión la que te pones como para yo decirte que nunca debes rendirte.

¿Sabes? estoy contigo, en las buenas y en las malas.

Yo no sabía que podía el amor sentirse de esta forma. Y ahora lo sé. Y quiero saber más. Y quiero esperar a ver qué más aprenderé contigo.

¿Sabes que cuando me levanto me sonríes desde el escritorio?

¿Sabes que me hablas desde el viento?

¿Sabes que te extraño?

Sabe que mi corazòn es tuyo, y siempre lo será.

como papelito entre bancas en la secundaria....‏

Hola! Cómo estás? esta clase está aburrida no? a mi se me hace que el profesor no sabe ni de lo que habla.. jaja...oye..quieres ir al cine después de la escuela?.. uy espero que digas que sí...perdón si no te lo dije en persona pero me da un poco de pena contigo..siempre eres muy linda conmigo y eso hace que me den muchas ganas de abrazarte.. ah pero no me lo tomes a mal yo sólo...uhmm ..es que la verdad me gustas mucho y no sé si te hayas dado cuenta.. yo te quiero... y pienso en ti todos los días.... como la vez que no tenías dónde tirar la envoltura de tu paleta y yo dije que la tiraba...la verdad no la tiré.. la tengo guardada en una cajita.. bueno creo que ya estoy diciendo de más.. si quieres tú puedes elegir la pelicula que quieras..no me gustan mucho las románticas pero si tu quieres podemos ver una..por mi esta bién... bueno..si tu quieres.. y si no quieres ir al cine o no puedes podemos hacer otra cosa o vernos otro día.. yo sólo quiero que estemos juntos una tarde y ver qué pasa no? bueno.. avísame.. ya voy a poner atención..hay una fiesta este viernes en casa de mi primo.. si quieres ir a esa también podemos ir.. bueno me avisas va?..


notas de fondo:
Ella Kudmi - Waiting for my song

9/1/09

090109

Caray, he leìdo tan poco en los ùltimos días, en los últimos meses, que no lograría de la mejor manera establecer un ritmo de escritura. Generalmente ese ritmo se me pega de las cosas que voy leyendo, y le doy forma hasta hacer ciertos atributos propios. A lo mejor es por eso que existen tan pocos gèneros o estilos para escribir,porque son como un gran saber que se comparte y se va enriqueciendo entre todos. Pero esta vez, ¿qué puedo decir? Si estos días no he visto nada, ni la luz, ni el sol, ni el calor, ni a otras personas. Me he autoexiliado a un lugar donde ni el eco quiere hacerte compañía. Se siente muy extraño, estar conmigo mismo. Tal vez porque me doy cuenta de que ya no soy tan el mismo. Tal vez porque un año se ha pasado tan rápido que no me había dado ni cuenta de que ya me sale la barba, de que mis ojos tienen bolsas bajo ellos. Tal vez ni siquiera me he dado cuenta de que he ido perdiendo mi escritura poco a poco mientras se cuela cada vez por debajo de la puerta mientras yo decido solo ver números y códigos. ¿Dónde está quedando esa parte de mí? ¿Será que he decidido que se vaya? ¿O que ha decidido dejarme? ¿Será que se ha ido durmiendo un poco cada día y ni me ha avisado porque cabecea mientras yo no le he puesot atención, o mientras he hablado sin cesar y no he hecho más que arrullarla? Me siento muy extraño, como un habitante de un lugar al que no pertenezco, pero que resulta familiar. Me siento como un soñador. Me siento como en un sueño. Me siento atrapado en un reloj de arena que por momentos se tapa y al momento siguiente abre un boquete gigantesco sin que pueda hacer nada al respecto. Sé que navego con bandera de querer ser mejor cada día y me pregunto si realmente eso está sucediendo. Y si lo está, ¿entonces por qué me siento atascado? ¿por qué no puedo ni dormir? Porque mi mente no deja de trabajar ni en estos momentos cuando debería estar dormido. Porque si no duerme seguramente el día de mañana será inservible y cansada. Seré inservible y cansado. Ah! Y primero descubro lo que me falta! Música! Presiono el botón de Play y la noche empieza a avanzar, el tiempo mueve sus infinitos engranes en una melodía a cinco cuartos. Estos días la he pasado relativamente mal. Y no porque haya pasado nada malo, simplemente porque no ha pasado nada; pero creo que no es muy válido decir: "estos días no la he pasado". He descubierto que estar con uno mismo es más difícil de lo que se cree. Es más frío de lo que se cree y que el sentirse dueño de su propio tiempo puede llegar hasta a dar miedo. Muchas personas, entiéndase yo, desean tener todo el tiempo del día para sí mismos y cuando ven esa oportunidad llegar no saben que hacer con él. Desean compartir ese tiempo con alguien, deseo compartir ese tiempo contigo. Y en cierta forma lo hacemos. Pero casualmente coincidió con el tiempo en que estás más ocupada con el tiempo en que estoy más "disponible". Primero, una cosa: dejaré de limitarme si tengo algún comentario. Tal vez ese es un filtro muy exigente e innecesario, porque generalmente digo cosas muy sencillas, y acabo no diciendo nada. Y eso, ya lo vi antes, no hace sino dejarme callado siempre y es algo que no quiero hacer de nuevo. Esa lección ya la aprendí antes y no volveré a reprobarla. Por otro lado, me di cuenta de que cometo errores por los cuales yo alguna vez tuve quejas. Sí, quejas. Aún cuando hay maneras de decir las cosas, ese comentario mío no tenía otra naturaleza. Y sin embargo, cambiaste, e hiciste caso a mi petición (no quedamos que queja?). Y en ese detalle está un amor que agradezco muchísimo. Pero en fin, el punto es que, si alguna vez yo brinqué al respecto, ahora yo lo repito y lo cometo, y no me doy cuenta sino hasta después. Y eso es, en parte, lo que me deja un poco más intranquilo. Que cuando volvimos a platicar, te sentí tan lejos, y esta vez no de distancia, sino como si realmente ya quisieras terminar pronto de hablar. Se vale, sé que a veces soy muy colgado para decir poca cosa. Sé que, otras tantas, me cuesta mucho despedirme, y que me abrazo a tu regazo como esperando sentirte al menos un momento más antes de despedirnos. Que las despedidas es el momento que siempre me ayuda a cuajar todo eso que hemos platicado en horas o en minutos, y que esta vez me hizo mucha falta. Que las despedidas express no fueron hechas para mí. Y lo siento, sé también que no eres malintencionada, y que lo más seguro es que lo hiciste como una atención. pero si debo ser sincero, no me importa hacer esperar a los demás unos momentos con tal de despedirme bien. Porque sé que esa fuerza la necesitaré en todo momento entre una y otra vez que hablamos que, dadas las circunstancias y las actividades por venir, siento que no será muy pronto. Ojalá esté equivocado. Porque te extraño. Lo siento mucho amor, ya sé que casi siempre hago problemas de la nada, que casi siempre exagero y que no puedo dejar de pensar. Uno de mis miedos es también de que un día te canses de tener una pareja con tantos traumas. Pero más allá de tener miedo de ellos, me da miedo que sea verdad eso de que la gente no puede cambiar, y me quedé para siempre así de preocupón, exagerado y bobo y chillón. No es algo por lo que te quiero hacer pasar. No está tan padre. Pero mírame,a pesar de eso aquí estoy, haciendo barullo de algo que seguramente (espero) no es nada sin poder dormir (porque es lo primero que se me va siempre, el sueño) y además de todo escondiendo estas lineas en unn lugar que no es sino mi mente a largo plazo. Para decirte alguna vez lo que quiero decirte. Ya me estoy dando cuenta de por qué casi no escribo aquí. Lo hago casi siempre cuando me siento triste, o preocupado, o alguna de sus variaciones. Y si no escribía en tanto tiempo tal vez es porque no sentía necesario hacerlo. Pero hoy sí, hoy me voy a concsentir y espero que con esto se me pase el sentimiento de incomodidad y de duda. Aunque sé que lo más probable es que no se me pase hasta que hable contigo. Agradezco mucho esa parte, que siempre te das tiempo cuando crees que lo necesito, muchas gracias. Por otro lado, me doy cuenta de que no he podido descubrir bien qué cosas te molestan, y sé que eso con el tiempo lo iré descubriendo, por hasta ahora, son muy pocas las que sé, y tal vez ese mismo desconocimiento es lo que me hace preguntarme si hago o no bien las cosas, entre ellas preguntarme todo siempre y tanto. Pero imagino que no tiene sentido preguntarte ¿qué te molesta? porque tal vez no las recordarías todas, y se pierde la intención que es convivir para conocerse. Y no porque se busque molestar al otro para conocerlo mejor, pero tal vez eso es inevitable, sólo que hasta ahora, lo hemos manejado con mucha calma y bien, quiero pensar. Bueno, creo que es una lección más para mi mismo, una que aún estoy aprendiendo, esa de: deja de hacer escandalo por todo. Ya aprenderé , de verdad lo intento. Pero es una lección difícil. Y en esa burbuja mía de estos días, la emoción se sigue amplificando. Fuera de eso, los sentimientos siguen estando, como sabes, eso no está en duda. Es sólo que confío en que medigas si no lo estoy haciendo tan bien, porque también sucederá alguna vez, y no precisamente porque queramos. Te quiero. Te dejo estas líneas para alguna vez que recuerdes volver a aquí, porque para ti está esto aquí, recuerdas? Es un regalo que quiero hacerte, y sé que tal vez no es el más grato, pero sí es sincero.

Cuidate mucho por favor. Sigue así, porque de verdad eres un ejemplo y no solo para mi. Te amo y te extraño mucho. Y sé que todo esto desaparecería si tan sólo pudiera verte, tomarte de la mano y besarte una sola vez. Pero es lo que por el momento no podemos hacer...

Hasta pronto.

yo

6/12/08

061208

Abre un poco la ventana. El aire se mete a empujones, lucha por refrescar este ambiente oscuro donde nos hemos sumergido hace tiempo. Hoy lo comprendo. Hoy me doy cuenta de que es necesario salir alguna vez y no quedarme siempre encerrado en mis pensamientos. Veo como la vida se lee línea a línea frente a mis ojos y una vez más recuerdo. Recuerdo que una vez yo estuve ahí, en la cima del mundo. Recuerdo que alguna vez, cuando mi cabello no era cano, podía desear lo que quisiera, y lo deseaba. Mi gran pasión por escribir era todo lo que me movía en este mundo. Escribir, y tus ojos. ¿Dónde se han ido esos ojos? ¿Dónde tu recuerdo y tu aroma y tu aliento que me hacen falta para seguir viviendo? Será que el viento lucha con tanta fuerza porque los trae para mi? Entonces lo dejaré entrar. Dejaré que estos maderos viejos y estos huesos aún más viejos respiren de nuevo. Y entre lo crujidos de los unos y los quejidos de los otros pelearé de nuevo por recuperar esta vieja juventud que me llena los bolsillos.

Recuerdo que me sonreías, que cada vez que nos encontrábamos en el parque era todo un suceso. Pues yo tenía mucho miedo de parecer un tonto ante tus ojos y me preparaba con muchas horas de anticipación. Primero haría un comentario sobre el clima, después, sobre el día, las noticias, las labores. No, las labores no. Hablar en el almuerzo sobre trabajo siempre ha sido de mal gusto. Hablaría de las flores, del pasto y del campo. Hablaría de lugares maravillosos que yo había inventado la noche anterior para ti. Habría inventado mil historias antes del amanecer y las había despedazado todas buscando una sola que me gustara para contarte. Cuando menos lo esperaras, empezaría a relatar la historia de nuestro escape, de cuando por fin habrías decidido aceptar mi oferta de escapar para siempre lejos de todo este ruido. Porque sin importar lo que pasara, yo habría viajado a lo largo y ancho del mundo por darte ese lugar. Aún si nunca lo encontrara, lo inventaría para poder ahí vivir enamorados por siempre jamás.

Pero ahora, ¿qué me queda? un sombrero viejo y un traje raído, y el clavel en mi solapa que no es sino un recuerdo en cenizas. Y mi corazón un latir palpitante y quieto y callado y silencioso y calmado, taciturno. Tal vez, si ese día no hubiera tenido miedo. Tal vez si el día en que decidiste escapar conmigo.... tal vez....

Recuerdo la carta que me enviaste, la última que recibí tuya. Ahí decías cuánto me querías y todo lo que estabas dispuesta a hacer. Ahí te decidías a formar una vida conmigo y yo, y yo no pude. Te observaba desde las sombras en la estación del tren donde debiamos vernos a las tres de esa tarde de otoño. Medité toda la noche y sabía que la vida que te esperaba conmigo era una vida de sufrimiento, de carencia. Que no podía yo ofrecerte más nada que unas líneas interminables y un amor infinito. Sabía, que no tenía más nada que ofrecerte. Tu vida llena de lujos, de todo aquello que un pobre diablo como yo desea siempre. Un pan que llevarse a la boca y yo, no tenía un pan que ofrecerte. Decidí no acudir a ese llamado del alma, y observarte desde esas sombras frìas. Nunca me viste mientras esperabas. Y sentí que el alma se me partía mientras te vi llorar al dar las seis. Tu mirada de incertidumbre y de duda y de abandono se hacían cada vez más presentes. Quise salir a tu encuentro, y decirte que era un tonto y abordar el siguiente tren a Paris. Pero no pude, mi amor por ti era más grande. No quería verte sufrir e , ironicamente, lo estaba haciendo con mi silencio de centinela. Al parecer tu padre hizo caso a mi aviso anónimo, pues llegó por ti al andén número siete, el último lugar donde te vi. Te agradezco haber luchado y forcejeado aún ante mi ausencia que inundaba el momento. Siempre te amé, desde antes de escuchar tu voz, y después de verte llorar dentro del automóvil que te llevó lejos de mi vida. Ahora me pregunto siempre, ¿qué hubiera sido de nosotros, de haber acudido a nuestra cita?

Creo que nunca lo sabré...creo que nunca lo sabrás...disculpa si no digo lo sabremos, pero el nosotros que existió, lo maté esa tarde de otoño.

Aún recuerdo que perseguí el auto con la mirada mientras mis piernas se congelaban. Aún recuerdo que mi voz luchaba por llamarte mientras mi silencio lo derrotaba. Aún recuerdo, que tomé ese tren solo, que tomé el rumbo de mi vida solo, como me siento ahora, cuando la pintura de las paredes se resquebraja y cae a pedazos, cuando mi corazón hace lo mismo con la poca vida que le queda. Ahora sé, en este lecho de mi muerte en vida, que todos los segundos que la vida me robó, son segundos de una vida contigo que nunca existió, que solo imagine y que desée cada día. Ahora sé que pude haber sido feliz con esas líneas y ese amor. Ahora sé que tú eras el pan de mi alma, que nada había que no pudieramos hacer juntos, incluso inventar un lugar, donde mi existencia miniatura fuera suficiente para hacerte feliz.



notas de fondo:

Matthew Robert Cooper - Miniature 4

31/8/08

Carrera contra el tiempo

No he escrito, en un buen rato. Lo haré tan pronto pueda sentarme con más calma. Por ahora me encuentro en una carrera constante contra mí mismo, el tiempo, y el maratón de mi serie de televisión. Un día más, hoy. Pero es un día muy productivo. Te extraño. Hoy he decidido decirte que esto está aquí. Leelo con calma, tal vez así me de tiempo de irlo actualizando a medida que tú tengas tiempo también. Tal vez esta sea la forma de escribirte tan seguido como tengo ganas, sin hacerme sentir que te interrumpo. Ánimo. Una voz dentro ya está diciendo : "en sus marcas..."


notas de fondo:

Donovan Frankreiter - Beautiful Day

17/8/08

...

¿Yo? ¿Còmo me la estoy pasando? Bastante mal, me siento como un completo idiota. Porque son pocos los momentos que restan de este año para estar juntos, asì tan cerca. Y ¿qué es lo que hice? Me bañé, me afeité, me puse la loción que me regalaste porque creo que te gusta como huele, y, después de todo eso, me dediqué a evitarte la tarde entera. No puedo creerlo. Decidí no hacer frente a la situación lavándome las manos.

Y es que estoy cansado también de escuchar el "sé fuerte" y "les va a ir bien". ¡Caramba! ¿Cómo pueden saberlo si ni siquiera yo mismo estoy seguro de ser lo suficientemente fuerte? Tengo la idea, pero una vez que comencemos serà la verdadera historia. Y prueba de ellos fue el día de hoy. Estúpido, estúpido yo. Desaprovechando el tiempo de esa manera. Me arrepiento y me enojo conmigo mismo por encerrarme en un caparazón para protegerme. Que rabia el pensar que con la sola idea me basta para aislarme. Que por no sentir el golpe tan fuerte, prefiero hacerme el que no sé nada. Qué fregadera. En verdad no lo comprendo, quererte tanto, extrañarte tanto, y hacerme tonto a tal grado. Ni siquiera nos tomamos una fotografía tu y yo.


No sé nada, sólo que te amo, y que lo siento.

notas de fondo:
- El eco de la voz propia, reverberando hacia adentro, en sentido contrario.
- ¿Se vale repetir? Piano Magic - I came to your party dressed as a shadow

4/8/08

Como un día de a mentiritas

Todo empezó ayer por la noche. Sí, desde entonces ya no me sentía como yo mismo, de nuevo. Hoy fue el primer día de clases. Y me sorprendió poder dormir tranquilamente, no tener ese nervio de lo que está a punto de comenzar. Incluso estuve viendo televisión como si nada sucediera. Como si siguiera de vacaciones, ignorando el demasiado trabajo que tengo aún por delante. Pero así fue, nada de nervios, nada de nada.

Extraño, pero el sentimiento, o el no sentimiento siguió a lo largo de todo el día. Encontré mi lugar tal y como lo había dejado, me encontré haciendo las mismas cosas, pero no me sentía presente. Aún no me siento presente y eso que sólo falta una hora para mañana.

El día de hoy encontré personas que hace mucho no encontraba. Platiqué con ellas y me di cuenta de que sí, aún me importan, aún cuando creí que no era así. Después de todo, ha pasado mucho tiempo.

Me encuentro aquí, sentado comiendo un plato de verduras, o al menos viéndolo, esparciéndolas para que el plato se vea vacío. Un truco que me enseñaron hace algún tiempo. Pero ya no quiero comer, ya no tengo hambre. Me siento raro.

O tal vez en realidad quisiera estar comiendo una gran rebanada de pastel. Lástima de mi memoria. Que no recuerda los caminos del azar. No es tarde, ni tengo sueño, pero tal vez debería dormir. Mañana me toca madrugar, de aquí a diciembre; de aquí a mayo.


notas de fondo:

piano magic - I came to your party dressed as a shadow